A finales de los 90 se llevan a cabo obras de modernización y en el 2000 se inauguran nuevas instalaciones a las que se dota de maquinaria de alta tecnología: limpiadoras, extractoras y de envasado.
La fábrica cuenta con laboratorio para el control del rendimiento y la calidad, así como de salas de cata.
La empresa comenzó su andadura en el sector de aceite de oliva a finales de los 80 con la compra de una almazara ubicada en la propia localidad de Castuera, para su comercialización se aprovechó la red comercial del turrón.